NO. No pienso quedarme aquí lamentándome de tu existencia. No pienso mirar atrás de nuevo, para convertirme en tu estatua de sal. No quiero que me pidas perdón por algo que te da exactamente igual. Fuego sale de mis ojos y fuego corre por mis mejillas. No quiero que me toques, no te acerques, sólo déjame en paz. Vivir a tu lado me pone enferma. Dime qué te está pasando, en qué te has convertido. Tú no eres aquel que se preocupaba de si estaba bien. Tus labios dicen que amas, tus ojos demuestran que odias. No seré yo la que deje todo esto en pedazos. Me promestiste el cielo, pero ahora estás completamente solo, solo con todos tus secretos y remordimientos. Ahora eres mi objetivo, estás en el punto de mira.
O quizás todo esto sea una simple ilusión de mi mente.