viernes, 6 de abril de 2012

Operación a corazón abierto

 Me muero. Sálvame. Sólo tú tienes el poder para hacerlo. Sabes perfectamente lo que tienes que hacer. Es eso mismo, sí, justo ahí. ¿Qué haces? ¿A qué estás esperando? Me queda poco tiempo. Los segundos corren como chorros de oro inalcanzables. No te vayas, ayúdame, sabes que me voy a morir. No sé dónde estás. No sé si son todas estas drogas las que me hacen pensar de esta manera. No puedo. Nunca pude y nunca podré. Siempre supiste que todos mis "te odio" eran cobardes "te quiero". BUM. Ojalá hubiese tenido el valor suficiente de decírtelo mientras estaba viva...

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1 comentario:

  1. Y vas a seguir estandolo. Porque no voy a dejar que desaparezcas. No voy a dejar que te encierren en un ataud para que jamás puedas ver la luz. No quiero que te conviertan en polvo. Vas a vivir. Y vas a disfrutar.
    Porque, como en las montañas rusas, ¿no necesitas una bajada para volver a subir otra vez?
    TE QUIERO. No lo olvides.

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